Islandia conquista la cima de la igualdad con el tenaz empuje del feminismo. Viaje por los logros y desafíos de la nación que ha abierto el camino en poder político y conciliación.
En Islandia el subsuelo incandescente está más cerca de la superficie que en ningún lugar del mundo. “El feminismo aquí es como esa lava subterránea que cada cierto tiempo, como los volcanes, entra en erupción”. Los ojos determinados de Kristín Ástgeirsdóttir, exdiputada del partido exclusivamente femenino Asamblea de las Mujeres y directora del organismo gubernamental de igualdad durante 10 años, se clavan en la interlocutora. La cristalera de su salón en Reikiavik deja pasar un sol invernal que apenas se deja ver. Es ese magma dinámico el que ha convertido a una inhóspita isla con los mismos habitantes que Alicante (338.000) en la meca de la igualdad. Así lo certifica la clasificación sobre brecha de género del Foro Económico Mundial desde hace nueve años. Prácticamente todas las mujeres trabajan (86%), son campeonas mundiales en educación y poder político, y tienen paridad en los consejos de las empresas públicas. Llevan 15 años con el permiso de paternidad (90 días) equiparado al de maternidad y su país ha sido el primero en obligar a las empresas a demostrar que pagan igual a ambos sexos, algo que ahora ha decretado España.
En Islandia el subsuelo incandescente está más cerca de la superficie que en ningún lugar del mundo. “El feminismo aquí es como esa lava subterránea que cada cierto tiempo, como los volcanes, entra en erupción”. Los ojos determinados de Kristín Ástgeirsdóttir, exdiputada del partido exclusivamente femenino Asamblea de las Mujeres y directora del organismo gubernamental de igualdad durante 10 años, se clavan en la interlocutora. La cristalera de su salón en Reikiavik deja pasar un sol invernal que apenas se deja ver. Es ese magma dinámico el que ha convertido a una inhóspita isla con los mismos habitantes que Alicante (338.000) en la meca de la igualdad. Así lo certifica la clasificación sobre brecha de género del Foro Económico Mundial desde hace nueve años. Prácticamente todas las mujeres trabajan (86%), son campeonas mundiales en educación y poder político, y tienen paridad en los consejos de las empresas públicas. Llevan 15 años con el permiso de paternidad (90 días) equiparado al de maternidad y su país ha sido el primero en obligar a las empresas a demostrar que pagan igual a ambos sexos, algo que ahora ha decretado España.