El colectivo internacional de los astrofísicos con la participación de la Universidad Nacional de Investigaciones Nucleares de Rusia (MEPhI) propuso una teoría que explica la anómala concentración de la antimateria (positrones y antiprotones) observada de manera experimental en los rayos cósmicos: es resultado de la explosión de una supernova cerca del Sistema Solar.
En los últimos años varios experimentos revelaron algunas anomalías en los espectros de los rayos cósmicos. En particular, se detectó un alto flujo de la antimateria (positrones y antiprotones), cambio de la relación entre el flujo de protones y helio en función de su energía (lo que no debe suceder si existe una única fuente de los rayos). Además, se detectaron anomalías en anisotropía (heterogeneidad de las propiedades del medio) de los rayos cósmicos.
Los científicos propusieron un gran número de los modelos que explican algunas de estas anomalías por separado. El colectivo internacional de los astrofísicos de Rusia, Francia y Suiza propuso la teoría que explica todas las anomalías de los rayos cósmicos detectadas últimamente.
Según la nueva teoría, desarrollada con la participación de la Universidad Nacional de Investigaciones Nucleares de Rusia (MEPhI), el Instituto de Física en Trondheim (Noruega), el Departamento de Astronomía de la Universidad de Ginebra, la Universidad Diderot (París, Francia) y el Observatorio de la Sorbona (París, Francia), uno de las principales causas de las anomalías observadas es la explosión de una supernova cerca del Sistema Solar.
Según explicó a RIA Novosti uno de los autores de la teoría publicada en Physical Review (https://journals.aps.org/prd/abstract/10.1103/PhysRevD.97.063011), el catedrático de la MEPhI, Dmitri Semikoz, «la explosión de la supernova tuvo lugar hace unos 2 o 3 millones de años, a una distancia de 220-450 años luz del Sistema Solar (lo cual es 50-100 veces más que la distancia hasta la estrella más cercana al Sol, la Próxima Centauri».
El científico asegura que los recientes estudios de la corteza terrestre en el fondo de los océanos y del suelo lunar indican al unísono que hace unos 2 millones de años cerca del Sistema Solar se produjo la explosión de una supernova. El indicador del momento en el que ocurrió este evento espacial es el isótopo de hierro Fe60, que sólo se encuentra en las supernovas.
«Si el evento descrito se repite, la Tierra se enfrentará al cambio climático global y un drástico aumento de radiación. Si la supernova se explota 10 veces más cerca, las consecuencias para la vida en nuestro planeta serán catastróficas», dice Dmitri Semikoz.
«En función de la distancia hasta la supernova, en la Tierra morirá todo lo que tiene vida: total o parcialmente», señaló el catedrático de la MEPhI.
Menos mal, estos eventos se dan con muy poca frecuencia. Las supernovas a centenares de pársecs de distancia de la Tierra se explotan una vez en varios miles de millones de años.
Anteriormente, Dmitri Semikoz, conjuntamente con los colegas estadounidenses y europeos demostró que el «bombardeo» de la Tierra con los rayos cósmicos a consecuencia de la explosión de las supernovas a una distancia de entre 300 y 600 años luz hace unos 3,2 y 8,7 millones de años tuvo que afectar el reloj biológico de los animales y acelerar la evolución biológica en nuestro planeta a raíz de una explosión de las mutaciones provocadas por el aumento del nivel de radiación.
Confirmado.net / SPUTNIK