El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, deploró el martes, a su llegada a Bolivia, la penalización mundial de la movilidad humana y pidió a la Conferencia de Pueblos por una ciudadanía universal, generar una conciencia en contrario.
«Hacer conciencia es una gran contradicción de la globalización inhumana y cruel que en todo caso sea del estado planetario o del mundo, del consumo global que liberaliza cada vez el capital, la mercancía y que penaliza y criminaliza la movilidad humana», afirmó a su llegada al aeropuerto de Cochabamba, ciudad vecina de Tiquipaya, a su vez a 400 km de La Paz.
El expresidente ecuatoriano llamó, empero, a no formular «ilusiones» con influir en los poderes globales, sino en generar el principio de un precepto de vida, reseñó la agencia boliviana ABI.
«Desde que el mundo es mundo esto se determina por relaciones de poder y los más poderosos son los que imponen sus condiciones, según a su conveniencia (…) No se hagan ilusiones, creemos conciencia», afirmó.
Correa y sus homólogos de Colombia, Ernesto Samper y del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, realzaban la Conferencia de Tiquipaya que inauguró el presidente boliviano Evo Morales y a la que asisten autoridades, exautoridades, líderes y representantes sociales y activistas de 43 países de América y Europa.
La problemática mundial de los refugiados y las expulsiones de migrantes concentrarán los debates de este encuentro al que también se citaron ecologistas.
La Conferencia se materializará los días 20 y 21 de junio en esta coqueta ciudad, como respuesta a la represiva política migratoria del presidente ultraconservador de EEUU, Donald Trump, que hace horas dio reversa al histórico acercamiento de 2015 de su país a Cuba.
La Conferencia se pondrá bajo reflectores a una semana de que los expresidentes de Brasil, Lula da Silva; de Uruguay, José Mujica y los mismos Morales y Correa se encuentren en Montevideo para una asunto de política local progresista.
Días después de que Washington se bajara del ecologista Acuerdo de París, y en momentos que suman 4 millones los migrantes, en su mayor parte latinos, que fueron deportados de EEUU en la última década, y 65 millones los desplazados por las guerras o las emergencias naturales, la Conferencia Mundial de Pueblos, a la que su santidad, el papa Francisco, enviará a un destacado suyo, toma su lugar en el caldeado escenario de la política internacional, desgarrado por imágenes de millones de desplazados por las guerras en Oriente Próximo y una parte de Europa alzando vallas para que no atraquen en sus costas los balseros, .3.000 de los que han muertos ahogados en alta mar el último año.
Confirmado.net / ANDES