Citando el caso de la petrolera estadounidense Chevron, demandada por comunidades indígenas por la contaminación en la zona amazónica ecuatoriana, el presidente Rafael Correa, remarcó que «el orden mundial no sólo es injusto, sino inmoral».
En la sede parisina de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el Jefe de Estado reiteró que la empresa estadounidense impulsa una campaña de desprestigio contra el Ecuador, mientras siguen abiertas varias causas en La Haya y Nueva York.
En este marco Correa explicó sobre «la monstruosidad jurídica» que representa el aplicar retroactivamente un tratado de inversión recíproca de inversiones, pues acotó que aquello no tenía sentido porque Chevron (ex Texaco) dejó de operar en el en 1992, y el tratado con Estados Unidos recién entró en vigor en 1997.
Por lo que rechazó que las transnacionales petroleras puedan llevar a un Estado soberano a un centro de arbitraje, sin tener que agotar las instancias jurídicas internas.
«Es necesario denunciar al mundo cómo estos tratados atentan contra nuestra soberanías, cómo esos centros de arbitraje están absolutamente cooptados por las transnacionales, y cómo en este orden mundial tan injusto, el capital tiene más derechos que los seres humanos», refirió.
Frente a ello Correa invitó a las autoridades parisinas y a la ciudadanía a que constaten el daño ambiental que generó la petrolera en la Amazonía,
«Los invitamos nuevamente a que visiten Ecuador y vayan a meter su mano en las centenas de piscinas dejadas por Texaco, para que saquen esa mano llena de brea, 20 años después de que la petrolera salió del país y supuestamente hizo remediación ambiental», reiteró.
Chevron fue condenada en 2011 por la Corte de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos a pagar más de 19.000 millones de dólares de indemnización por los graves daños que causó en la Amazonía durante el tiempo en que operó en Ecuador, entre 1964 y 1992.
Confirmado.net/Telégrafo/Agencias
